Janet Fry comenzó en el HRC en la época del juicio de los jornaleros de Mamaroneck y ahora es una activista que aboga por mejores leyes en el país
Maricarmen Amado/Westchester Hispano
Janet Fry jugó un rol fundamental en el problema de acoso policial a los jornaleros del pueblo de Mamaroneck como parte de su trabajo en Hispanic Resource Center de Larchmont y Mamaroneck, ahora Community Resource Center, y desde entonces se enfocó en ayudar a los trabajadores inmigrantes.
“En 2006 cuando comenzó la demanda de los trabajadores mi tarea era organizar la parada de Mamaroneck e ir tomando nota de todo lo que pasaba allí, y se usó mucho para el juicio”, dijo la joven madre peruana, que a partir de este caso se inclinó a abogar por los indocumentados.
Eso fue el inicio del activismo que comencé a hacer, explica Janet, que ver los abusos y el miedo de la gente de reportar esos abusos le generó un cambió. “De repente la forma de cómo veía mi vida como una persona que trabajaba en un centro comunitario y eso hizo meterme más en lo que es el activismo y apoyar a las familias y a los trabajadores”.
Al llegar a Estados Unidos, comenzó a estudiar computación en Westchester Community College, mientras trabajaba como doméstica para ayudarse. Esta experiencia propia le ayudó a entender mejor la realidad de los indocumentados, haciendo más fácil para ella conectar los abusos que ellos pasaban con su realidad.
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“Esa experiencia me impulsó a hacer más al estar ya en posición de hacer algo y ayudarlos. Allí cambió mi enfoque y paso de Computer Science a Ciencias Políticas, haciendo mi transferencia a John Jay College, en donde me gradué”, dijo.
Durante su trayectoria en Community Resoruce Center (CRC), ha estado ayudando a los trabajadores y después pasó al área legal de inmigración, al entender la necesidad de servicios de los hispanos. Así buscó todos los recursos necesarios para ayudar a la comunidad y aprendió sobre las leyes en esta área y luego de estudios se convirtió en Representante Legal de Inmigración.
“Pudimos abrir un grupo legal que se llama Community Justice Program de CRC creado en 2019 pero ya veníamos 3 o 4 años ofreciendo servicios de inmigración con la ayuda de abogados que veían nuestro trabajo. Al crear este programa conseguí la certificación como representante legal en la Corte de Inmigración, con el apoyo de la Junta de CRC”, explicó, Janet Fry quien ha sido codirectora ejecutiva de CRC.
En 2019 tuvo su hija, que ahora tiene 3 años a quien ahora le dedica medio tiempo y medio tiempo al activismo, logrando para ello crear con el apoyo de CRC un programa de defensa que ahora dirige como organizadora comunitaria.
Esta tarea comprende informar a los miembros de comunidad y el gobierno de la villa de Mamaroneck sobre todos los retos que la comunidad inmigrante y de bajos ingresos enfrenta y poder apoyar ciertas legislaciones que tratan de solucionar los problemas de la comunidad.
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“La comunidad está cambiando constantemente, sabemos que en Mamaroneck lo que es vivienda es muy costoso y hay familias que se han ido porque no pueden pagar la renta. La inundación ha causado la salida de gente y o no arreglaron bien la vivienda o ellos no pueden volver porque no pueden pagar. A eso se suman nuevos inmigrantes llegando a Mamaroneck, Port Chester, New Rochelle que necesitan empleo”, explicó.
Llego de Perú en 2001, sola a través de un programa de danza de Universidad Ricardo Palma, y se reunió con su padre que vivía aquí por muchos años. Llegó unos meses antes de los ataques del 9-11 y decidió con su padre que era mejor estudiar aquí. Tenía 21 años y su vida cambió cuando en 2003 ingresó a CRC.
“Había mucho trabajo que hacer con respecto al racismo y discriminación a los inmigrantes y las personas de color”, dijo Janet que se siente feliz de que su mamá viaje desde Perú cada año a visitarla a ella y su familia.
Actualmente vive en Ossining, lugar escogido por la diversidad para criar a su hija. Está enfocada en seguir ayudando a la comunidad y “en formar lideres que sigan empujando los cambios para que todos tengamos una vida con dignidad y respeto”.
“Puedo agregar de mi parte que la persona que soy ahora, que es mi trabajo con la comunidad, es lo que me ha hecho de esta forma y estoy agradecida. Una vez que tus ojos estan abiertos nadie lo puede cerrar y ya no se puede dejar de ver la injusticia social que sabemos que está allí. Mi hija viene de madre latina y padre americano y sabemos que de cierta forma ella también puede sufrir el impacto de inmigración y con mi esfuerzo lo único que trato es que mi hija viva en un mundo mejor en donde la inclusión sea primero y que goce y que le den la bienvenida a la diversidad, y quiero que mi hija sepa que, aunque es un trabajo que hago esto es parte de mi vida”, dijo Fry.
Janet, además, se siente feliz de que su pequeña hija de 3 años tenga como alimento favorito la quinua, y que también le guste varios platillos peruanos.
“Nos gusta la comida peruana, tan diversa, a mi niña le gusta el pan con aceituna, que tanto me gustaba comer cuando era pequeña”, explica feliz esta peruana que también cuenta sobre sus gustos por los tallarines rojos con papa a la huancaína y el arroz chaufa, entre otros platos deliciosos de la gastronomía peruana.
Publicado el 25 de Julio, 2022
Así Reportó: andina.pe